Su música es bonita, me parece increíble que algo tan bonito haya salido de alguien tan simple. O quizá ése es el motivo de su belleza, su facilidad.

¿Qué le debo a mis seres queridos? ¿Qué me debo a mí misma? ¿Será mi vida todo lo que debería? De todos los errores que no tienen remedio, ¿cuántos ya habré cometido? ¿Cuántos me quedan por cometer?

Hoy me veo y no sé que de mí es mío y qué es de él

Como si quererme hubiera sido demasiado y mientras hacía eso no podía hacer nada más. Ahora que ya no tiene mi cariño como un ancla, está alcanzando todo lo que estaba puesto en su destino.

¡Qué maravilla ese segundo en el que éramos lo único que existía sobre las estrellas del otro!

No tiene nada que ver si hablas o no hablas. Te trajiste una parte de él en ti, esa parte es tuya. Y la que tú le dejaste a él, es suya. Si él quiere ser un imbécil que no la usa, será su problema. A ti no te quita nada.

Se encargaba de que además de los pisos, los arcos y los baños, hubiera unos brazos y unos pies a los que yo considerara mi casa.

Me quiere, pero también sé que a veces me odia y le duelen ciertas partes de quién soy tanto como le fascinan otras.

Pero sí lo conozco, como si nunca se hubiera ido, porque me quiso tanto y fuimos tan del otro como ahora somos del espacio en el que nos olvidamos.