Recuerda que un amigo siempre estará feliz por ti si tú eres feliz. La envidia existe solo en los corazones de aquellos que no pueden aceptar tu felicidad y que, por tanto, no son tus verdaderos amigos.

Una estupenda relación entre dos personas no siempre conlleva enamorarse. Hay afecto, simpatía, respeto, deseo de reír juntos, confidencias, apoyo... se llama amistad y es de lo mejor de la vida.

Solo aquellos que te rodean y cuidan de ti en tiempos difíciles, merecen tu atención, afecto y amistad en época de bonanza.

Si alguien no está disponible en tus momentos más difíciles, su presencia es ya inútil en cualquier otro momento en adelante.

Para preservar un amigo tres cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo cuando lo necesite. Ser amigo es un trabajo a tiempo completo.