La meditación es una práctica secular, no una práctica religiosa.

La bondad es humanidad, la humanidad es divinidad.

Cuando la Madre Naturaleza habla, incluso los Dioses guardan silencio.

La mente humana es un simposio de conciencia y sin sentido. Cuando la conciencia es alimentada y fortalecida por el Yo, mantiene todas las tonterías bajo control, tanto primitivas como modernas. Y esto solo es posible cuando el Yo se convierte en la encarnación pura e indivisible de la conciencia, cuando el Yo y la conciencia se vuelven inseparables. Y una vez que el Yo y la conciencia en ti se fusionan y se convierten en uno, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Sé la solución, no la contaminación.

Si la salvación no se comparte, la salvación se desperdicia.

Dame tu alma, te daré una humanidad unificada.

La única verdad absoluta en el mundo de los humanos es el amor, no hay nada más alto, no hay nada más grande.

Somos manifestaciones de la misma fuerza de la naturaleza.