El socialismo jamás se reconoce responsable de la miseria y los crímenes cometidos en su nombre. Si tan solo se hiciera bien, por la gente indicada, este sería un un éxito, piensa el ideológo.

El socialismo es una doctrina cuya interpretación de la realidad económica está equivocada y por tanto jamás podrá producir otros resultados que opresión cultural y miseria. Del mismo modo, su visión del hombre es falsa, lo que invariablemente llevará a que su proyecto de construir una sociedad ideal termine en baños de sangre y dictaduras atroces.