¿Te sientes nostálgico o triste? Revisa tu interior y encontrarás allí más de una razón para sentirte orgulloso, amar, dar, celebrar, crecer y alcanzar nuevas metas. Concéntrate en esos propósitos que te hacen fuerte y centrado en valores; no cedas en hacerles caso ni inviertas recursos en las debilidades, porque esas nada te sumarán y sólo te quitarán fortalezas.

Los inoportunos son como una llanta que se explota en medio del desierto cuando no tenemos otra de repuesto. Llegan en el momento más difícil a aumentar las preocupaciones; pero aunque lo intenten, se les hace muy complicado ayudar en las soluciones. No es mala opción, al verlos llegar, asignarles alguna tarea que los aleje del núcleo de evaluación y toma de decisiones.

Dar el primer paso es de significativa importancia para el logro de los objetivos y metas; pero si al dar los siguientes pasos no sigues los mensajes de tu cuerpo y las orientaciones del medio ambiente, podrías terminar en un estruendoso fracaso.

Mirar hacia atrás el hoyo de donde saliste, dar gracias y luego ayudar a cerrarlo para que otros no caigan en él, sería un gran paso y un acto de valentía.