—¿Por qué la gente entre más tiene más quiere? ¿Qué nunca se conforman?

Sólo la piel y la figura de la chica era sinónimo de deseo, la pasión parecía llevarla tatuada en la piel

—Ariadna cuando se ama el sexo puede ser muy importante pero no es la prioridad, el amor es mucho más que eso, si te ama debe de comprenderte más que pasar encima de ti, debe apoyarte en tu carrera y trabajo, así como tú lo has comprendido él debe hacer lo mismo.

—Ange ou Démon —dijo el hombre inhalando el perfume de su cuello con placer, Ariadna se alertó—. Delicioso aroma, sin duda es toda usted pero me pregunto que será, ¿Ange ou Démon?—Creo que las mujeres tenemos un poco de ambos —contestó, él se quedó callado por un momento—. Aunque en todo caso, creo que también depende de los hombres lo que queremos ser y siendo así, uno puede pesar más que el otro.Ángelo sonrió.

Por mi ventana vi llegar el Roll Royce Phantom que lo traía, fue puntual su llegada, era obvio siendo escritor y periodista, el gran portón principal de la entrada se volvía a cerrar una vez que había entrado, vi cómo el auto rodeaba la entrada hasta estacionarse justo frente al pórtico.

Era un hombre guapo pero no podía permitir que su apariencia fuera una distracción para mí.

—Me alegra conocerlo personalmente señor Harrington y le agradezco la confianza al… decirme quien es usted y quien es el señor Hyde —sonreí con lo último sin querer.—Bueno obviamente no soy Jekyll pero creo que todos tenemos otro yo muy distinto a lo que somos.—Y mi pregunta es quien es quien de ser así.—Siempre una personalidad pesa más que otra —sonrió.

Vaya gustos del periodista, sin duda se sabe entretener con esos temas, se nota que le apasionan. Lo cierto de dicho autor es que aunque sea un excelente escritor y una de sus historias esté entre mis favoritas debo decir que gracias a él yo odio hasta el payaso de cierta franquicia de hamburguesas.

(...) a pesar de su tristeza y ese halo de misterio que la envuelve me parece una mujer sumamente interesante pero debo admitir que en el fondo todo lo que la rodea me da temor (...)