116 Quotes About The-infernal-devices

Pero no conseguía evitar compararlos: Jem, con su rara combinación de delicadeza y fuerza, y Will, como una tormenta en el mar, azul y negro con brillantes destellos de furia, como el calor del rayo.

—Ya habrá otro momento —repuso ella—. Otro día, otro vestido. Un momento en que tú éstes bien y todo sea perfecto. La voz de Jem seguía siendo amable, pero contenía un terrible cansancio. —La perfección no existe, Tessa.

A veces se debe escoger entre ser bueno o ser honorable —afirmó—. A veces no se puede ser ambas cosas.

—¿Te importa acaso adónde voy? —preguntó Will—. ¿Y si fuera al infierno? —Siempre he querido ver el infierno —repuso Cecily con calma—. ¿No quiere todo el mundo?

Will pensó que nunca había visto un rostro que tuviera tanto poder de expresión: cada una de sus sonrisa dividía el corazón de Will como un rayo podría partir un árbol, al igual que lo hacía cada una de sus miradas de tristeza.

Durante todos estos años he necesito que viviera, y él me ha mantenido vivo. Pensaba que él no sabía lo que estaba haciendo, pero quizá sí.

Alguna vez, Will se había preguntado por qué el amor siempre se expresaba en términos relacionados con el fuego. La conflagración en sus propias venas, en ese momento, le dio la respuesta.

¿Sufrimiento y dolor innecesario y sin sentido? No creo que te sirva de nada que te diga que así es la vida. El bien sufre, el mal florece, y todo lo que es mortal fenece.

Tessa notó el golpeteo del latido en la palma—. Cada corazón tiene su propia melodía —explicó—. Y tú conoces la mía.