—Eso jamás Robert. Y hare todo para sepáralos, por el bien de Audrey y porque odio perder.—Entonces que comience el juego.

Eso es algo que tu no logras entender, tu eres un simple chico común que viene de una familia un poco privilegiada, y yo soy Katherine Heddleson, la reina, a mí nadie me utiliza, yo los utilizo. Y créeme no te quieres meter conmigo de nuevo, por qué si te pareció duro lo que hice en el verano no tienes una idea de que te puede pasar ahora.

—Aun no entiendo cómo puedo odiar tanto a alguien a quien amo—me dijo con furia.—Yo siento exactamente lo mismo, salvo que yo ya no te amo. Solo me queda odio para ti.

Si no sientes nada por mi ¿Por qué siempre que estoy con otra chica te molestas? ¿Por qué aunque estés en los brazos de tu adorado novio me miras a mí?

—¿Yo? Tu eres la bestia estúpida que no vio su camino—respondí mirándolo fríamente.—Tal vez si fueras capaz de ver más allá de ti misma me hubieras visto.

—En verdad me gusta, quien sabe cómo el estar con él cambie mi vida, probablemente va a ser increíble.—¿Y si cambia las cosas para mal?, ¿Y si quiere robarte tu dinero, o secuestrarte, o cortarte en pedacitos y venderte en el mercado negro?