#Catolicismo
Quotes about catolicismo
Catolicismo, or Catholicism, is a rich and profound spiritual tradition that has shaped cultures, societies, and individual lives for centuries. As one of the world's largest religious denominations, it encompasses a vast array of beliefs, practices, and teachings that offer guidance and inspiration to millions. At its core, Catholicism represents a journey of faith, love, and redemption, inviting believers to explore the depths of their spirituality and their relationship with the divine. People are often drawn to quotes about Catholicism because they encapsulate timeless wisdom and moral teachings that resonate with the human experience. These quotes can provide comfort in times of struggle, encouragement in moments of doubt, and a sense of community and shared values. They often reflect themes of hope, forgiveness, and the pursuit of a virtuous life, making them relevant and meaningful across different contexts and cultures. Whether one is seeking solace, motivation, or a deeper understanding of their faith, the words inspired by Catholicism offer a beacon of light and a source of profound reflection.
Foi a bordo do Elevador da Bica que Edward me disse pela primeira vez que Iris era católica.- Desconfio que a sua infância foi passada do seguinte modo - disse ele. - Com as freiras a darem-lhe pequenas penitências para cumprir. Mas, mal cumpria a primeira volta, já tinha cometido novo pecado. E assim para todo o sempre.- Ela ainda é praticante?- Já não. Desistiu quando casou comigo. Dos dogmas da fé, ainda que não dos terrores. Os terrores, esses são mais difíceis de nos vermos livres deles.
El evangelista (Lc 2,13-14) dice que los ángeles «hablan». Pero para los cristianos estuvo claro desde el principio que el hablar de los ángeles es un cantar, en el que se hace presente de modo palpable todo el esplendor de la gran alegría que ellos anuncian.
En los que proceden de bien en mejor, el buen ángel toca a la tal ánima dulce, leve y suavemente, como gota de agua que entra en una esponja; y el malo toca agudamente y con sonido y inquietud, como cuando la gota de agua cae sobre la piedra. Y a los que proceden de mal en peor tocan los sobredichos espíritus contrario modo.
En el humilde pesebre de la gruta de Belén está ya este esplendor cósmico: aquí ha venido entre nosotros el verdadero primogénito del universo.
La unidad interna entre la kénosis vivida por Jesús (cf. Flp 2, 5-10) y su venida gloriosa es el motivo permanente de la actuación y la predicación de Jesús, es precisamente lo novedoso, lo «auténticamente jesuánico» que no ha sido inventado, sino que constituye más bien el aspecto esencial de su figura y de sus palabras.
Los Padres de la Iglesia, ante el costado abierto del Señor exánime en la cruz, en el sueño de la muerte, se han referido también a la creación de Eva del costado de Adán dormido, viendo así en el caudal de los sacramentos también el origen de la Iglesia: han visto la creación de la nueva mujer del costado del nuevo Adán.
El papa Benedicto XVI había dicho que la pederastia se consideraba normal hasta fecha tan reciente como los años setenta. [...]- Benedicto dijo: "Nada es bueno o malo en sí mismo". Dijo "nada", Clark -repitió Juan Diego a su exalumno-. La pederastia no es "nada"; seguramente la pederastia sí es "mala en sí misma", Clark.
Las especulaciones teológicas, según las cuales la corrupción y la resurrección de Jesús serían compatibles una con otra, pertenecen al pensamiento moderno y están en clara contradicción con la visión bíblica. Según eso se confirma también que un anuncio de la resurrección habría sido imposible si el cuerpo de Jesús hubiera permanecido en el sepulcro.
Al comienzo de mi vida espiritual, hacia los trece o catorce años, me preguntaba qué más podría adquirir en lo sucesivo, pues creía que me era imposible comprender mejor la perfección. Pronto reconocí que cuanto más se adelanta en este camino, tanto más lejos del término se cree uno, y por eso ahora me resigno a verme siempre imperfecta y en eso encuentro mi alegría.
La verdadera sabiduría consiste en «querer ser ignorado y tenido por nada» –en «gozar en el desprecio de sí»–. Yo quería que, como el de Jesús, «mi rostro estuviera verdaderamente escondido y que nadie en la tierra pudiera reconocerme». Tenía sed de sufrir y de ser olvidada.