Tanta gente se las ingeniaba para ignorar la miseria, aceptando las desigualdades como ley de vida. Y así habían sido las cosas desde siempre, pensaba. ¿Quién se atrevía a soñar en cambiar todo aquello?

Esto es lo terrible de los sueños. Sólo existen fuera de nosotros, cuando están lejos y nos parecen inalcanzables. Luego, uno se acerca a ellos, se sienta enmedio y los sueños se desvanecen. La ilusión es un reclamo para que nos movamos.

Los sueños de comida son como cualquier otro sueño: puedes vivir de ellos, mientras no te mueras.

Sueños sin proyectos producen personas frustradas, siervas del sistema.

Los sueños son los únicos, que no tienen fecha de vencimiento.

Sí, pero sueñan en colores

¿Y no será qué un sueño es un montón de pensamientos sueltos?

Durante cinco años he soñado con esta vida. Hoy la vivo como un hecho común y corriente. Nuestros sueños se realizan pero no son más que pompas de jabón explotando en lo ineluctable.

Tenemos vidas extrañas, persiguiendo nuestros sueños de un lugar a otro”.

Un hombre sin sueños es un bote en un lago congelado.